Como sabéis a los matemáticos nos gusta saber qué propiedades tienen los números y solemos aprovechar Fin de Año y Año Nuevo para contar las características del año que entra. Este año no iba a ser menos, teniendo en cuenta las ganas que tenemos de que nos abandone el 2020.
En las redes sociales ya se pueden encontrar muchos comentarios contando qué tipo de número es 2021 y no es que yo quiera repetirlas aquí. Lo que ocurre es que una de sus propiedades me afecta directamente y os voy a contar cómo me di cuenta:
Hace un mes más o menos estaba pensando que en 2021 mi hijo cumplirá 11 años, mi marido 47 y yo 43. Los tres son números primos y, además, 43 y 47 son consecutivos. Lo comenté en casa como una curiosidad más de las que suelo contar y lo dejé estar.
Dos semanas más tarde mientras estaba en clase surgió una conversación acerca de las similitudes entre los números enteros y los polinomios (ambos se pueden descomponer en factores primos) y aproveché para comentar la curiosidad que se va a dar en mi familia en 2021: todos tendremos un número de años primo. En ese momento me pregunté en voz alta ¿será 2021 primo? Continuamos la clase, pero no me iba a quedar con la duda. Por la tarde busqué si 2021 es primo y… ¡No! ¡No lo es! ¡Vaya! ¡Qué pena! Con lo bien que hubiese quedado que todo coincidiera. Sin embargo, es semiprimo, es decir, se pude descomponer como producto de dos números primos. Y aquí es dónde viene la sorpresa: ¡Esos dos números primos son 43 y 47! ¡Los años que cumplo yo y los que cumple mi marido! ¡Me encanta! Esta casualidad es mejor que la de que 2021 hubiese sido primo también ¿no creéis? 😉
¡Feliz 43 x 47 a tod@s!